jueves, 20 de octubre de 2011

La sexualidad humana

El apareamiento en los animales es un instinto natural cuya finalidad es evitar la extinción de la especie.
En los humanos, la sexualidad adopta características diferentes, porque el hombre es más complejo, es consciente de si mismo, presiente un destino trascendente y no puede vivir sin atribuir un sentido a su vida.
El sexo, como el hambre y la sed, son necesidades orgánicas. Mientras el hambre y la sed pueden terminar con nuestra vida si no se satisfacen, la necesidad sexual se puede postergar o ser reemplazada por otros intereses sin afectarnos física o emocionalmente.
La sexualidad humana es una función natural muy importante de nuestra vida que debe ser ejercida con responsabilidad y por amor.
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La sexualidad humana, además de ser una función reproductiva, tiene un objetivo espiritual, la unión de dos personas que se encuentran en un diálogo íntimo, que les brinda la oportunidad de expresar las fantasías sexuales de cada uno.
En Occidente, los especialistas en sexualidad actuales opinan que el órgano sexual por excelencia es el cerebro, porque es el que rige desde el instinto más arcaico hasta la sensibilidad más exquisita.

¿qué es sexualidad?
Los seres humanos somos una sumatoria de aspectos maduros, un poco inhibidos, de repente con tendencias adictivas y raramente con perversión. Todos son modelos de sexualidad que plantea el psiquiatra Ricardo Capponi para explicar cómo podemos ir caminando hacia una sexualidad que permita cumplir el reto de este siglo: mantener una sexualidad de calidad con la misma pareja durante toda la vida.

Hay un tremendo desafío en el siglo XXI. Y éste consiste en la humanización del amor, llamado amor sexual maduro.

¿Cómo son los mecanismos de la sexualidad perversa, la adictiva, la inhibida, la normal? ¿Cómo se logra una vida sexual que se acerque lo más posible a la madurez?

La sexualidad está conformada por los elementos biológicos, es decir, el sexo; los psicológicos, como es el sentirse y pensarse como hombre o mujer; y los sociales, que hacen referencia al comportamiento que establece la sociedad para cada sexo. Entonces se puede entender por sexualidad a la forma en la que cada ser humano se manifiesta como hombre o como mujer, de acuerdo a las normas y valores propios de su cultura y de su época.
La palabra sexo es utilizada frecuentemente para designar diversas cosas. Por ejemplo, cuando se nos pregunta cuál es nuestro sexo, acertadamente respondemos hombre o mujer; sin embargo, la palabra sexo regularmente se utiliza para referirse a actividades que tienen que ver con la obtención de placer sexual.
Según el diccionario* sexo se define como la “...propiedad según la cual pueden clasificarse los organismos de acuerdo con sus funciones reproductivas”.

La sexualidad humana representa el conjunto de comportamientos que conciernen la satisfacción de la necesidad y el deseo sexual. Al igual que los otros primates, los seres humanos utilizan la excitación sexual con fines reproductivos y para el mantenimiento de vínculos sociales, pero le agregan el goce y el placer propio y el del otro. El sexo también desarrolla facetas profundas de la afectividad y la conciencia de la personalidad. En relación a esto, muchas culturas dan un sentido religioso o espiritual al acto sexual, así como ven en ello un método para mejorar (o perder) la salud.

Además de la unión sexual y emocional entre personas de diferente sexo (heterosexualidad), existen relaciones emocionales y sexuales entre personas del mismo sexo (homosexualidad) que —aunque tengan una larga tradición (ya existían en la antigua Grecia y en muchas otras culturas)— en algunos sectores siguen siendo valoradas en la actualidad negativamente y hasta son causa de discriminación social.

Durante siglos se consideró que la sexualidad en los animales y en los hombres era básicamente de tipo instintivo. En esta creencia se basaron las teorías para fijar las formas no naturales de la sexualidad,[cita requerida] entre las que se incluían todas aquellas prácticas no dirigidas a la procreación.[cita requerida]
Sin embargo, hoy se sabe que también algunos mamíferos muy desarrollados, como los delfines o algunos pingüinos, presentan un comportamiento sexual diferenciado, que incluye, además de homosexualidad (observada en más de 1500 especies de animales),[1] variantes de la masturbación y de la violación. La psicología moderna deduce, por tanto, que la sexualidad puede o debe ser aprendida.

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